«Se abrió el templo de Dios en el Cielo y en el templo apareció el Arca de la Alianza; y se produjeron relámpagos, truenos y un fuerte granizo. Una gran señal apareció en el Cielo: una mujer vestida de Sol, la luna a suspies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas» (Apocalipsis 11, 19-12, 1)
Diapo_01
Acércate
Diapo_02
Aquí estás a salvo
Diapo_04
¡¡Has venido!!
Diapo_05
Ven
Diapo_06
Puedes lavarte
Diapo_08
Descansa
Diapo_09
Aquí hay
paz y amor
Diapo_10
Te esperaba
Diapo_11
Puedo
limpiarte,
si quieres
Diapo_12
Sacarte de las tinieblas
Diapo_13
Para que
distingas lo
verdadero
de lo falso
Diapo_14
Y darte Vida Eterna
Diapo_14
Yo Soy el Camino,
Diapo_14
la Verdad,
Diapo_14
y la Vida
«Ella, María, está a la derecha de su Hijo, segurísimo refugio y fidelísimo auxilio de todos los que peligran, de manera que no hay nada que temer ni que desesperar si ella nos da dirección, aliento, favor y protección. Pio IX, in bull. Ineffabilis)
Diapo_01
Porque todo el que pide recibe
Diapo_02
quien busca encuentra
Diapo_03
y al que llama se le abre
Diapo_04
Diapo_05
Diapo_06
Diapo_07
Diapo_08
Diapo_09
Diapo_01
"...fue una mano materna a guiar la trayectoria de la bala y el Papa agonizante se paró en el umbral de la muerte." (13 de mayo de 1994)
Que una "mano materna" haya desviado la bala mortal, muestra solo una vez más que no existe un destino inmutable, que la fe y la oración son poderosas, que pueden influir en la historia y que, al final, la oración es más fuerte que las balas, la fe más potente que las divisiones."
"El mensaje de Fátima es una llamada a la conversión y a la penitencia, Como en el Evangelio."
"Hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora (...) a un Angel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él. El Angel, señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!" Sor Lucía
Diapo_01
"María quiere ciertamente que la invoquemos, que nos acerquemos a Ella con confianza, que apelemos a su maternidad, pidiéndole que se manifieste como nuestra Madre."